Un almacén de distribución de productos tiene un programa determinado por los procesos de la operación que incluye almacenamiento, carga y descarga y una importante dotación de camiones en constante movimiento. Esta operación demanda una logística precisa y una arquitectura que debe respetarla.
La modulación de las estanterías y su distanciamiento se vuelve crucial porque determina la distancia entre los marcos de la estructura del almacén, la modulación de los cortes de las losas del piso, el estacionamiento de los camiones y la ubicación de los portones. Cada uno de estos aspectos tiene sus demandas específicas que se vuelven rígidas a la hora de dimensionar, sin embargo es necesario coordinarlos para lograr el éxito del proyecto.
La iluminación natural del almacén ha logrado a tal punto que es homogénea y a la vez agradable con valores apropiados para la lectura de las etiquetas sin tener demasiada claridad. El aislamiento térmico es otro factor importante cuando se almacenan alimentos por lo que la entrada de luz natural se debe controlar para no introducir calor en exceso.
El piso corresponde a las demandas de nivelación y planicidad para el tipo de montacargas y se coló en franjas de 50 m de largo por 4.6 m de ancho sin cortes.
Estos volúmenes de grandes paredes y techos suelen ser muy ingratos, por lo que es importante trabajar los materiales y otros elementos arquitectónicos como aberturas y parasoles para introducir armonía en el proyecto. |
